«Breve tratado: ¡Somos una panda de borregos —y borregas—!»

«Breve tratado: ¡somos una panda de borregos —y borregas—!»
En muchas ocasiones nos comportamos como estos animales. Allí donde nos indican vamos…

Esta misma mañana, mientras iba en el coche escuchando las noticias, me acordaba de la canción de Chino Bayo, Así me gusta a mi (esta si, esta no)pinchando aquí podrás escucharla—. Recordaba como, tan solo hace unos años, en cuanto sonaba esta música y letra incomprensible, todos saltábamos en los bares o las terrazas de verano, para repetir, como borregos, y como pudiéramos la letra. No importa lo que dice, si es que dice algo, no importaba nada, es un tema pegadizo y ahí que íbamos. 

Ahora, aunque sin música, veo que pasa un poco igual. Si reflexionas un poco verás que, en muchas ocasiones nos estamos comportando como auténticos borregos —y borregas— en nuestro día a día. Veamos unas cuántas creencias que nos hacen ser así:

  1. Creer que todos nuestros problemas se deben a que algo o alguien las provoca. No reflexionamos, no calibramos nuestros actos y no admitimos que nuestras acciones traen consecuencias.
  2. Relacionada con la anterior, creemos que nuestros problemas se van a resolver por una intervención divina, o cuando algo o alguien decida que es el momento de que se resuelva.  Son aquellas personas que se quedan a la espera, rezando, deseando…, no actuando.
  3. Criticamos a otros, por el hecho de que realizan actividades, comienzan negocios, aventuras, viajes… Pero tu te quedas en casa sentado —o sentada—. Si esas personas fallan usamos la típica frase de: lo ves, ya lo decía yo. Si les va bien: ¡qué suerte tuvo, pero…!
  4. Borregos —o borregas— son aquellos que consumen gran cantidad de tele basura. Ver los males de otros, los cotilleos, como venden su vida…, les alienta y refuerza sus tristes vidas ya que pueden criticar libremente al famosillo —o famosila, casposo o casposa— de turno. 
  5. Son de un partido político concreto, leen un periódico concreto, una radio en concreto y claro, creen todo lo que dicen los representantes de sus siglas sin contrastar, sin leer, sin buscar, por muy asombroso que parezca, que aquello que están escuchando es verdad o mentira.

Seguro que hay más, ahora te dejo que compartas algún ejemplo, pero, para completar el círculo, que empezaba con lo que esta mañana escuchaba en la radio, mientras me venía esa canción a la cabeza, me identifiqué como un borrego.

Piensa un poco. Hace un poco nos vacunaban, después no. Antes era solo para los menores de 55 años, ahora mejor para los mayores de 60. Ayer nos vacunaban, hoy no… 

Ya te digo, ¡como borregos vamos! Y todos cantando esa cancioncita: 

Astrasí, Astrano.

Astrasí, Astrano.

Chiquitam chiquititam tam tam

que tumbam bam que tumbam que tepetepe

tambambam que tumbam que pim.

Chiquitam chiquititam tam tam

que tumbam bam que tumbam que tepetepe

tambambam que tumbam que pim.

Chiquitam chiquititam tam tam

que tumbam bam que tumbam que tepetepe

tambambam que tumbam que pim.

Astrasí, Astrano.

Astrasí, Astrano.

Astrasí, Astrano.

Astrasí, Astrano. 

Cuéntame, ¿cómo lo ves? ¿Consideras que nos hemos vuelto unos borregos —y borregas—? ¿En qué otras situaciones podemos identificarlos?

Gracias por leerme.  

«Breve tratado: los estornudos, símbolos de la actual pesadilla»

«Breve tratado: los estornudos, símbolos de la actual pesadilla»
¡¡Ayyyyy!! cuídate mucho.

Están tan de moda, sobre todo por el miedo que ahora provocan, que no pude resistirme en realizar una pequeña investigación sobre los estornudos e intentar mostrar alguna de sus curiosidades. 

¿Sabías que la salida del aire puede alcanzar hasta 70 km/h y la saliva unos 7 m de distancia?

Lo más gracioso que me encontré es este video en el que se pueden ver, de manera bastante gráfica,  20 tipos distintos de estornudos.

Creo que todos los que pasamos por esta esquina, en la que a veces alguien también estornuda, sabemos que los estornudos son un mecanismo de defensa, un acto reflejo, que se produce cuando alguna partícula extraña irrita la mucosa nasal. Esto puede tener muchos orígenes: alguna alergia, resfriado, la pimienta… ¡Achís!, salud. ¡Achís!, dinero y… Te jodiste, te faltó uno.

Todo empieza con un leve cosquilleo en la nariz. Intentamos resistirnos, moviéndola como lo hacía Samantha —aquella bruja de la serie de los años… ¡Abuelooooo!—, o intentando pinzar con nuestros dedos las fosas nasales, o… Siempre terminan saliendo. En muchos casos lo hacen de manera explosiva, tengas o no las manos delante —con el consiguiente problema de salivas, babas o mocos.

En cuanto a los tipos de estornudos que hay, cabe decir que son muy variados. Veamos una pequeña colección de los que yo sí que soy practicante:

  1. El explosivo. Viene sin previo aviso. De manera fulminante, con gran estruendo.
  2. El desnucante. Se realiza con tanta energía que la víctima sufre un fuerte movimiento de su nuca pudiéndose producir alguna lesión y la visita obligada al fisioterapeuta. 
  3. El mojante. No da tiempo de pararlo. Todo y todos, los que están delante, sufren el chaparrón.
  4. El pegajoso. Nos da tiempo de situar la mano delante de la boca, pero la cantidad de mocos expulsados hace que no podamos hacer nada más con ella. Salvo ir corriendo al baño, claro.
  5. El asustadizo. Tras varios intentos parece que algo va a estallar. El resultado es un achís flojucho y sin entusiasmo. Como para dentro.

Ahora que nombré la onomatopeya siempre me ha llamado la atención que, según el país en el que estemos, estás son de una forma u otra. Para el caso concreto que nos ocupa he descubierto que en portugués se dice ‘atchim’, en inglés ‘achoo’, en japonés ‘hakashun’, en italiano ‘etciú’… ¡Qué cosas!

Es tu turno: ¿Cómo son tus estornudos? ¿Se parecen a tus orgasmos? ¿Existe alguna relación?… Ya nos cuentas, estamos esperando. 

Gracias por leerme.

PD. Recuerda que por el momento debemos de cumplir las normas así que, si estornudas: mantente en casa, hazlo contra la parte interior del codo, aún cuando lleves mascarilla y lávate frecuentemente las manos. Que la cosa no está como para ir dando hakashunes por el mundo.