
Me gusta dar las buenas noches. Pero de esas que se dan de manera apretada, con las yemas de los dedos acariciando la espalda, de arriba a abajo, o acariciando ese pequeño hueco que se forma al final de ella.
Para conseguir esto hay que estar preparado y, sin duda, preparar el ambiente. Para ello, antes de ir a la cama, debes asegurarte de que la habitación está limpia, ordenada y cómoda. Añadir algunas luces suaves o velas para crear una atmósfera relajante, es un detalle importante que puedes dejar de lado. Perfumar la almohada, con ese espray aroma lavanda, que te regalaron, contribuirá a que ambos se sientan más relajados y felices.
Elige sábanas suaves y cómodas y asegúrate de que la temperatura de la habitación sea agradable para ambos, para que no haya distracciones por frío o calor.
El siguiente paso puede ser elegir la posición adecuada, esa que puede marcar la diferencia. Sin duda, para mi gusto, lo mejor es aquella que permita a ambos abrazarse de manera natural. La posición de la cuchara suele ser popular para esto, pero también puedes buscar otras opciones.
Por lo que sé me consta que antes de dormir es costumbre visitar las redes sociales, dar “likes” y retuitear comentarios. Si me lo permites creo que es el momento de desconectar todos los dispositivos, disminuir la exposición a pantallas para así permitir concentrarse el uno en el otro. Si quieres léele algo en voz alta, ¿esta historia?
Es el momento de dedicar unos minutos el uno al otro, de relajarse juntos, de hablar de lo que les depara el día de mañana, de compartir pensamientos agradables o simplemente disfrutar del silencio. Eso sí, abrazados, con esas cosquillitas en la espalda que me consta que tanto les gusta a ambos. De esta manera verán que poco a poco llega el abrazo sincero, el que libera oxitocina, la «hormona del amor», la que promueve la felicidad y reduce el estrés.
También sé que no hace falta, pero dale las gracias, por ser la persona que es, por estar siempre ahí, por no dejarte en ningún momento, por su apoyo, por su disconformidad.
Parece que ya está cerrando los ojos. Deja que duerma. Bésale en la frente y acompaña sus sueños. Estoy seguro que mañana tendrán un lindo despertar.
Gracias por leerme.