«Hablarle al mar»

«Hablarle al mar»

Despedirse no es fácil si lo compartido fue sincero y duró en el tiempo. Así al menos me lo contó Pepe –nombre escogido al azar– el día que lo vi sentado sobre las rocas del rompeolas.

–¿Qué haces? –le consulté nada más reconocerlo de espaldas.

–Esperar el momento –contestó él sin apenas mimarme. Extrañado me senté a su lado. 

Durante mucho tiempo nada hablamos. Parecía que el mar nos tenía embelesados en su suave batir. Al rato él rompió el silencio.

–Me apena no haberla besado más –afirmó mientras giraba su cara para mirarme–. Quizás debí hacerle más caso, o hablarle más, o susurrarle más, o… –entonces me di cuenta de que aquel hombre, pese a sus años de entereza y trabajo duro, lloraba.

No supe qué decirle. No dije ni una sola palabra. Mientras los dos seguíamos mirando las olas, mi mano se posó sobre su hombro para intentar apoyarlo. Allí se quedó un buen rato. 

Cuando noté que sus lágrimas dejaban de fluir, que su aliento recuperaba la normalidad, me atreví a preguntar. 

–¿Por qué estás así? ¿Qué te ha pasado para encontrarte de esta manera?

Él suspiró. Tomó aire y dijo:

–El año acaba de terminar y lamento tantas cosas que pude haber hecho y no hice. Sobre todo en lo que se refiere a mi relación con ella.

–Pero aún estás a tiempo. La vida sigue y…

–Lo hemos dejado –dijo tajante mientras se ponía en pie.

Me sorprendió su respuesta. Tanto que no dije nada. También me levanté. Me quedé allí parado, a su lado. Los dos mirábamos el mar. Su poder. Sin decir nada y cumpliendo el extraño ritual del día primero del año nos metimos en el mar. Ya solucionaremos el problema en otro momento. FELIZ AÑO NUEVO.

Gracias por leerme.

«Fin de año. Siete propuestas para intentar sobrellevarlo con salud»

«Fin de año. Siete propuestas para intentar sobrellevarlo con salud.»
MUCHAS FELICIDADES

Parece que esto de las fiestas navideñas no tiene fin. Si hoy estás de paseo por esta esquina, a la espera de la entrada del nuevo año, o la celebración del Fin de año, es, sin duda, porque has sobrevivido a la primera parte de estas «entrañables fiestas» (cena de empresa, brindis con amigos, coctel con la comunidad de vecinos, cena de Noche Buena, copas con los de siempre y almuerzo de Navidad), o porque estás dando bandazos, con la barriga a reventar, el ácido úrico por los aires, el colesterol disparatado y las flatulencias impulsándote sin rumbo fijo.

Hay que aprovechar, ahora que tenemos un par de días de tregua oficial, para intentar recibir al año en las mejores condiciones posibles. Y digo bien, en las mejores condiciones posibles, que todos sabemos lo que, hasta ahora, hemos comido, bebido… 

Por ello te traigo estos pequeños consejos. Tu verás. Yo con avisar tengo.

  1. Aumenta la toma de líquidos. No me refiero a los rones, gintonics…, en los que estás pensando. Hablaba de agua y zumos, aunque, si estás de paso por aquí, igual eres como yo «cervetariano», por lo que la cerveza está permitida.
  2. El omeprazol es tu amigo. Sí, se que es duro, pero en estas fechas, a nuestra edad, y con todo lo que ya llevamos encima, nada mejor que reponer la pequeña farmacia y no dejar de tomar nuestras pastillas diarias.
  3. Lista de buenos propósitos para el año nuevo. ¿A quién pretendes engañar? Solo tienes que mirar lo que has prometido en los fin de año que ya has vivido.
  4. Prepara un caldo. Me da igual si es de sobre, en este caso compra varios, pero lo mejor es que vayas pensando en hacerlo, así el día primero y siguientes, podrás expiar tu culpa comiendo solo eso. Y algún té, manzanilla… Puedes aprovechar y flagelarte un poco. Creo que ayuda.
  5. Sacude el sofá, tu manta y cojín favorito. Da igual si tienes o no Netflix. La programación de la 2 es un valor seguro y sabes, a ciencia cierta, que después de este fin de año, el día uno e igual también el dos, lo pasarás incubando.
  6. Ropa interior roja. Mi madre es fanática de ella en fin de año. Según dice da buena suerte. Yo tengo. Así que… Igual te mando foto. 
  7. Durante el 2020 no dejes de pasarte por esta esquina. Yo haré lo posible por mantener este rinconcito activo y así seguir ahorrándome una pasta en sicoterapia.

Como ya no nos veremos hasta el año que viene te deseo lo mejor. Ya sabes donde me tienes.

Gracias por leerme.

PD: ¿Qué consejo les darías a esta panda? ¿Qué te parece lo de la ropa interior roja? ¿Qué costumbre tienes para fin de año?