
Cuando Paco era pequeño poca tecnología existía. Por eso le gusta tanto. Tiene de todo: teléfono móvil, Ipad, ordenador… Lo ultimo que está pensando es en colocar un cacharro de domótica, para que baje y suba las persianas automáticamente.
Paco está diseñando qué quiere que haga ese nuevo aparatejo, cuando se queda pensativo. Intenta recordar lo que estaba haciendo.
Recuerda, cuando no tenía tanto artilugio, se sabía de memoria todos los teléfonos de sus amistades, sus apellidos, las fechas de cumpleaños… ¿Qué intentaba recordar ahora?
Dubitativo, cae en la cuenta de que hoy la tecnología le facilita la vida al hacer, de manera automática, pequeñas acciones. También descubre que la tecnología cada día le hace más gilipollas.
Mira su móvil. Sonríe. Manda un mensaje. Espera que esa misma tecnología le ayude, y ella, al leerlo, pueda recordar que él la sigue esperando.
Las persianas las dejará como siempre, tecnología manual.
Gracias por leerme.