«Por el sabor de un beso»

30 de mayo. Día de Canarias.
¿Puede nuestra tierra contener el sabor de un beso?

Hoy es uno de esos días en los que mis labios saben a beso. Pero la de hoy es una sensación distinta, no es la de un beso normal, no es la que conoces, la que tienes cuando recibes el húmedo calor de otros labios.

Lo que siento reseca mis labios, sabe a salitre, a sol y a tierra. Trae a mi boca sabores de nuestra tierra.

Con la vista que tengo desde mi ventana, mis ojos viajan, envueltos en el fino manto de nubes que generan los Alisios, desde las enfurecidas aguas de la costa norte hasta lo más alto de nuestro padre Teide. 

El viaje es sosegado, acunado primero por los aromas de los Cardones y Tabaibas de la costa que, en la ascensión, ladera de Tigaiga arriba, se mixtura con la gentil presencia de Dragos y Palmeras, hasta poder mezclarse con la delgada figura de los pinos.

Al ganar altura, el sabor de mis labios se endulza ante la esperanza de contemplar Magarzas, la insuperable belleza de los Tajinastes y la inesperada presencia de las delicadas Violetas del Teide. 

Hoy, mi boca se llena de aromas silvestres, de ganas de disfrutar de nuestra naturaleza, de recuerdos y deseos de compartir contigo nuestra tierra y nuestros sueños. 

El sabor y los distintos aromas de estas islas, pequeñas pero llenas de vida y energía, mucho se parecen a nuestra existencia. Es capaz de llenar los espacios, a veces vacíos de besos, en los que vivimos, separados por las propias distancias, para superar las dificultades que la vida nos plantea.

Nuestras islas, nuestra tierra, llena de rincones mágicos y lugares increíbles, es como un beso que sabe distinto según el lugar o quién lo de.

Al pensar en Canarias, como al pensar en ti, mi boca se llena de besos no dados y, por supuesto, de ganas de darlos.

Gracias por leerme. ¡Feliz día de Canarias!

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