
Las nuevas redes sociales llevan su tiempo de aprendizaje. Carlos lo intenta a ratos, como buenamente puede y siempre gracias al ensayo error –no es que se le dan muy bien estas cosas–, publicando algunas fotos de sus actividades, brindando likes a sus contactos y añadiendo algún que otro comentario a las mismas.
Aquel día se sorprendió al recibir una solicitud de amistad, de una tal Ana82. Era algo a lo que no estaba nada acostumbrado, pues conocía personalmente a todas sus amistades en la red y, además, intentaba mantener un contacto estrecho con cada una de ellas. Nunca aceptaba a gente que él definía como “de paso”.
En aquella ocasión, sin saber muy bien el motivo, la solicitud le llamó la atención y se atrevió a romper con su costumbre e intentar descubrir el motivo por el que aquella preciosa mujer –suponiendo que la foto fuera real–, quería contactar con él.
Entre las averiguaciones que pudo hacer vio que tenía una amistad en común, Ratona19, así que, decidió contactar con ella para ver quién era la solicitante.
Todas las referencias eran fabulosas. La historia es que Ratona19 y Ana82 se conocían desde hace tiempo y hacía unos pocos días habían estado cenando y de copas juntas. La conversación entre las dos chicas hizo que Ratona19 le contara cosas de su amigo Carlos. Ana82 sintió curiosidad y, sin motivo aparente, y envalentonada por el exceso de gintonics, los vítores y los lances de su amiga, allí mismo le pidió amistad, pues según su amiga, son muchas las cosas que tienen en común.
Al ver el mensaje de Carlos, Ratona19 hizo de buena vendedora, o quizás de casamentera, pero lo cierto es que el chico aceptó la amistad. Es más, se la solicitó a ella también.
Hoy, precisamente hoy, es el día en el que se verán físicamente por primera vez.
Han quedado para tomar un café, aunque a Carlos no le gusta nada, es más de cerveza, pero no quería dar sensación de borracho.
Para reconocerse, por la cercanía del pasado día del libro, y para así poder hablar de algo, en caso de no tener tema de conversación, han decidido llevar bajo el brazo un libro, que tendrán que presentar y prestar al otro.
En caso de gustarse esta será una buena excusa para volverse a ver. Carlos no sabe qué libro llevar.
Es tu turno: ¿Cuál le recomendarías?, ¿puedes explicar el motivo? Que sepas que no valen los míos, ambos se los han leído. Es una de las cosas que tienen en común y espero verlos a ambos, y a tí, este fin de semana en la FERIA DEL LIBRO del PARQUE GARCÍA SANABRIA.
Gracias por leerme.
«EL Regalo» de Eloy Moreno porque la vida te pone en el camino personas que te ayudan a encontrar el verdadero Regalo, sin saberlo.