
Mucho ha llovido desde que en el año 1999 Penélope Cruz gritó aquel famoso ¡Pedroooooo!, con el que anunciaba el Oscar a la mejor película de habla no inglesa, para Pedro Almodovar, por su película «Todo sobre mi madre».
Ganar un Oscar, o un Goya, o un premio en general, de la categoría o especialidad que sea, no es tarea fácil. Si nos centramos en el mundo del cine, por seguir con el ejemplo con el que he empezado, son muchos los factores que hay que tener en cuenta: los diálogos, la escenografía, el vestuario… Seguro que de todo esto sabes más que yo.
Lo que me llama la atención es el desarrollo del guión. Vale que escribo y, que algunas veces, logro dar un giro al texto que estoy trabajando para intentar sorprenderte. Bien es cierto que muchas veces, la mayoría, puedes considerar que no lo consigo, pero estarás conmigo que una buena película es como la vida real, mejor que la vida real. Así, al menos lo pensaba yo.
Estamos viviendo unos momentos tan convulsos, tan fuera de toda lógica, con tanto desastre a nuestro alrededor, que me cuesta imaginar que todo esto no es parte de una película de esas de Oscar.
La pandemia nos tocó fuerte, luego vino el volcán, ahora la puñetera guerra de Putin. ya te aviso de que hay cálculos de que un asteroide podría impactar contra la tierra, nada más y nada menos que el 6 de mayo –¿No lo sabías? Siento ser yo el que te lo diga. Aquí tienes la noticia–. ¿Qué más nos espera? ¿Será verdad lo del ataque zombi o la amenaza alienígena? No sé, imagina que ya puestos…
Por todo lo anterior, y a modo de conclusión, creo que debemos entregar el ¡¡¡Oscar al mejor guión!!!…, para…, ¡el desarrollo de estos dos años!, por su gran esfuerzo creativo y remover nuestras vidas de una manera jamás imaginada. ¡Al Putin que le den!, por cierto.
Gracias por leerme.
P.D.: ¡¡¡NO A LA GUERRA!!!
No sabía que icono poner, si la risa, el cabreo o igual el llanto. Lo cierto es que con la que está cayendo, la cosa no está para menos.
Del cine que se propone, soy de esos que les gusta las pelis llenas de pasiones desatadas y violentas, en las que pierde el malo maloso y ganan los buenos u otros… ¡no sé!, no comeduras de tarro ni tener que encontrar una alternativa a la propuesta del director y personajes.
Yo me alegro que el muchacho se gane lo que sea que se gane, merecido lo tiene por sus años de dedicación. A mí, pobre inculto, sus pelis no me gustan nada, y el elenco de personajes tampoco.
En cuanto a lo que nos ocupa, maldita pandemia y peor guerra. La pandemia, en definitiva, provocó que no tuviera «mi» fiestita de jubilación, como se merecía después de treinta cotizados y más de quince dando tumbos. De la guerra, «de corbata».
Muy buena e ilustrativa puesta, salud, mardito roedó.