Esta mañana he vuelto a encontrar la tapa del váter levantada. Todas las mañanas igual, ¡estoy hasta los “mismísimos” de esta fea costumbre suya!, y mira que lo hemos hablado, pero no hay manera, todas las mañanas igual.
La historia es que, como vivimos en una hermosa casita junto al mar, en primera línea de playa, ella se levanta muy temprano para, antes de ir a trabajar, correr por la playa. Lo hace a pies descalzos, sin calzado, y claro, al llegar a casa está llena de arena por lo que se arregla y viste en el baño de abajo, dice que para no despertarme, pero en realidad es para no tener que barrer sus huellas.
No puedo negar que tengo una mujer inteligente y creativa, pero esta costumbre suya de quitarse la arena de los pies en el retrete, y dejar la tapa levantada, comienza a cansarme.
Bueno , bueno, si empezamos a fijarnos en esos pequeños detalles no vamos a llegar a ninguna parte ehhh. Con lo que me gusta a mí pisar la arena…
además arena negra…verdad?
;-)
jajaja Pensé que la única rarita era yo. Uffff menos mal. jajaja
CArmen
A eso se le llama darle la vuelta, muy bueno. Cuñi.
JESUS BRAVO: Es verdad, total menos es nada.
J: Negro se pone el que ve la tapa levantada, jajaja.
CARMEN: Mal de muchas, consuelo de…
CUÑI: Es que hay que mirar por todos lados.