
Ayer lavé mi coche y, como era de esperar, hoy llovió. Lo hizo con ganas, durante varios minutos y, como no podía ser de otra manera, limpiando la atmósfera de tierra y suciedad, que vino a depositarse sobre mi inmaculado vehículo.
Seguro que esto te ha pasado en alguna ocasión. A mi me pasa siempre. Creo que por eso hay gente cercana a mi que, cuando tienen ganas de lluvia, me piden que laven el coche. No falla. ¿Sabes a qué es debido esta correlación? Sí, muy probablemente estés pensado en la famosa Ley de Murphy.
Por lo que he podido investigar —nada como la wikipedia para ello (puedes verlo aquí)— , la Ley de Murphy se centra en ocho principios básicos:
- Si algo puede salir mal, saldrá mal. Es así. No lo dudes. Por mucho que creas que algo no va a salir mal, ¡toma! Y si además protestas, «dos tazas».
- La tostada siempre cae por el lado de la mantequilla. Hay mañanas que mi cocina parece una pista de patinaje. Entonces me pasé a la Nocilla. Además de ganar unos kilos, he podido comprobar que ocurre lo mismo.
- La información más importante de cualquier mapa está en el doblez o en el borde. No hay viaje con mapa que no suceda y no te digo nada si ya llevas un par de días en el destino y el mapa ya tiene su uso. Terminas por no dar una.
- Los pares de calcetines siempre van de dos en dos a la lavadora pero salen de uno. Esto aún me cuesta superarlo. ¿Sabes cuántos calcetines tengo sin pareja?
- La otra cola siempre es más rápida. Lo peor de todo es que soy de los que se cambian y ¡zas! Siempre igual.
- Llevar un paraguas cuando hay previsión de lluvia hace menos probable que llueva. Pues sí. Menos mal que me compré uno de esos chiquititos que caben en casi cualquier lado. Quizás por eso, por pequeño, casi siempre lo dejo olvidado en cualquier lado y entonces es cuando llueve.
- No importa cuántas veces se demuestre una mentira, siempre quedará un porcentaje de personas que creerá que es verdad. Lo mejor de todo es que , además, te lo discuten y pretenden tener razón.
- Siempre encuentras las cosas en el último sitio en el que miras. Otra verdad como un templo. Lo mejor de todo es que ese sitio suele ser uno de los primeros en los que miré y… Para mí que hay alguien, que me esconde las cosas y después las vuelve a dejar en su sitio.
Aunque parezca mentira, según cuentan en este artículo, todos estos hechos tienen una explicación científica, más o menos plausible.
Como te habrás dado cuenta en este listado no está la relación de la limpieza de mi coche con la lluvia. ¡HE DESCUBIERTO LA NOVENA LEY DE MURPHY! Seguro que para la mía no hay explicación. ¿Crees que me haré rico? Si te soy sincero espero que me estropees el invento y compartas alguna otra impepinable coincidencia que podamos asociar a esta Ley. Espero tus comentarios, sabes que me encantan.
Gracias por leerme.
Curioso pero cierto, todo ocurre al conrario de como qeríamos:
9. Cuando vienes cargado con bolsas, l a llave de casa está, siempre, en el lado de la mano ocupada.
Por poner algún ejemplo.
Y sí, lavamos el vehículo y ma lana llueve, o hay calima.
Un achuchón… maridito rodó.