«Con la almohada»

Y nada más existió hasta el próximo tren por lo que lo disfrutó todo lo que pudo. Se bebió, casi de un sorbo, su ansiada bebida, un vaso de leche caliente con Cola-cao. Asió su almohada, con la que viajaba a todas partes, y se recostó. Su tacto era suave y sedoso. Lo relajaba y más tras el incómodo ruido que había hecho aquel cercanías. Respiró a la par que cerraba los ojos. Por unos instantes creyó estar en otro lado. Pero el tiempo es efímero. Faltaba poco para el siguiente. Cerró sus puños y, desde que sintió el temblor bajo su cuerpo, supo que ya no había vuelta atrás. Murió arroyado.

5 comentarios en “«Con la almohada»

  1. que chungui acompañar a un delicioso colacao con ese final tan…..no encuentro palabras….necesito cuentos deb hadas y duendes q me hagan dormir dulcemente en es suave almohada. Mil besos

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