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(Imagen extraída, sin permiso, de San Google) |
Uno
de esos mensajes repetidos y reenviados hasta la saciedad por
“guasap”
durante las pasadas fiestas, fue uno en el que se solicitaba a Sus
Majestades que nos dejaran una cuenta corriente gorda y un cuerpo
delgado, así como el ruego de no mezclar ambos conceptos, como el
año pasado.
de esos mensajes repetidos y reenviados hasta la saciedad por
“guasap”
durante las pasadas fiestas, fue uno en el que se solicitaba a Sus
Majestades que nos dejaran una cuenta corriente gorda y un cuerpo
delgado, así como el ruego de no mezclar ambos conceptos, como el
año pasado.
En
principio intenté
poner de mi parte para que esa locución se cumpliera, pero claro:
entre la cena con los compañeros de entrenamiento, la cena con los
del trabajo, los rones, la estancia en el Parador, las ginebras, los
turrones, la celebración con los amigos, los güisquis, el almuerzo
con los de la Tuna, las cervezas, las copas varias, los turrones, la
cena de nochebuena, los polvorones (no leer separadamente que
confunde), el almuerzo de Navidad, las bandejas de truchas de cabello
(sí, en plural), los bombones, las idas y venidas a casa de Fulano y
a la de Mengano, más rones y gin-tonics, los vinos, los quesos
sabrosos de oveja, la cena de fin de año, los consiguientes
güisquis, la llegada de amistades a casa, más turrones, más rones,
tarta de cumpleaños, más gin-tonics, la cena de la noche de Reyes,
el almuerzo del día siguiente y muy probablemente algún que otro
evento que se me ha quedado atrás y que, de seguro, aportó su
granito de arena para que mis buenas intenciones iniciales, hayan
quedado en una más que diluida intención, la cosa se me ha puesto
difícil.
principio intenté
poner de mi parte para que esa locución se cumpliera, pero claro:
entre la cena con los compañeros de entrenamiento, la cena con los
del trabajo, los rones, la estancia en el Parador, las ginebras, los
turrones, la celebración con los amigos, los güisquis, el almuerzo
con los de la Tuna, las cervezas, las copas varias, los turrones, la
cena de nochebuena, los polvorones (no leer separadamente que
confunde), el almuerzo de Navidad, las bandejas de truchas de cabello
(sí, en plural), los bombones, las idas y venidas a casa de Fulano y
a la de Mengano, más rones y gin-tonics, los vinos, los quesos
sabrosos de oveja, la cena de fin de año, los consiguientes
güisquis, la llegada de amistades a casa, más turrones, más rones,
tarta de cumpleaños, más gin-tonics, la cena de la noche de Reyes,
el almuerzo del día siguiente y muy probablemente algún que otro
evento que se me ha quedado atrás y que, de seguro, aportó su
granito de arena para que mis buenas intenciones iniciales, hayan
quedado en una más que diluida intención, la cosa se me ha puesto
difícil.
En
mi caso, un año más
y como podrás imaginar tras el mínimo detalle anterior, los Reyes
Magos han vuelto a mezclar los dos conceptos iniciales. Así que ya
he empezado a enfrentarme a la cuesta de enero, con un par de kilos
de más (en concreto cuatro o cinco), que ahora toca sudar, en el
gimnasio y en las compras. Ya veremos que «guasap»
te reenvío el año que viene.
mi caso, un año más
y como podrás imaginar tras el mínimo detalle anterior, los Reyes
Magos han vuelto a mezclar los dos conceptos iniciales. Así que ya
he empezado a enfrentarme a la cuesta de enero, con un par de kilos
de más (en concreto cuatro o cinco), que ahora toca sudar, en el
gimnasio y en las compras. Ya veremos que «guasap»
te reenvío el año que viene.
Hombre bienvenido tras el parón navideño!!! A ver si el próximo año ingeniamos algo para que los Reyes no se confundan que ya está bien!!! Cuñi.
Jajajaja, es verdad, a ver qué se nos ocurre.
A mí también me mandaron el mismo guasap. Y mis resultados son los mismos (bueno, no me he pesado adrede para no llevarme un disgusto, que no están los tiempos para eso, pero me imagino que por ahí va la cosa)
¡Qué poco originales somos!
Los guasap debería tener un número determnados de reenvíos y así obligarnos a juntar un par de palabras y deseos, de verdad o por lo menos creativos, de vez en cuando.
El problema es que yo me lo había gastado antes de que me llegara el mensajito… En fin, gajes del oficio.
Además de los kilos que no se irán, intentar que las «madres» vuelvan a su sitio, esa si es una ardua tarea.
¡Te has puesto hasta el culo, mardito roedó!
Bien me conoces, quizás porque estás hecho de la misma pasta, NOVELEROS que somos jajajajaja.
Jo… me ha salido un espejo que habla..