Había llegado tarde. No hacía mucho que había empezado pero notó el ambiente bastante caldeado. El orador gritaba. Los asistentes vociferan consignas de lucha, huelga y rebelión. Se asombró.
Con tranquilidad tomó posición sobre un pequeño escalón. Podía verlos a todos. Por su cargo en «la empresa», sabía que, tarde o temprano, pedirían su opinión.
Tras varias intervenciones a favor de abandonar los puestos de trabajo, alegando enfermedad, malestar físico, psíquico…, uno de los asistentes le señaló y pidió que se manifestara.
Estimados compañeros empezó a decir con tomo suave y apaciguador, estamos en Navidad; millones de personas esperan de nosotros lo mejor. Puede que tengan razón, no lo sé, en verdad yo no me siento ni explotado, ni engañado. Papá Noel es uno, y nosotros sus renos, así que yo Rudolf encendió su naricilla roja seguiré tirando del trineo mientras pueda, ¡recuerden lo que les pasó a los controladores!
¡¡¡¡FELIZ NAVIDAD!!!!
jajaja no me imagino a los renos militarizados jajaja, pero si hace falta…
FELIZ NAVIDAD
CArmen
Lo que faltaba hasta los renos!! Cuñi.
jajajajaja
CARMEN: Pues imagina a Papá Noel vestido de camuflaje jajaja
CUÑI: Con tal de salir de la crisis lo que haga falta.
J: jejejeje