«Los GLADIADORES y su parecido con la profesión docente»

El gladiador comienza con un saludo: Ave Cesar, los que van a morir te saludan.

Los gladiadores de la antigua Roma empezaban su espectáculo con una frase: «Ave, Caesar, morituri te salutant». Hace unos días se publicó en el periódico La Provinciaaquí te dejo el enlace— un magnífico artículo de la periodista Marisol Ayala, en el que se definía al profesorado como auténticos gladiadores, aunque empezaba de otra manera y no con la célebre frase.

El texto es impecable y estoy muy de acuerdo con el concepto y los calificativos que nos atribuye: indignados y gladiadores. Por el contrario estoy disconforme con los motivos que utiliza la autora para argumentar dichos apodos.

Si lees su artículo, y te recomiendo que lo hagas, verás que se centra en utilizar una serie de tareas, listadas fuera de contexto, que, junto con otras que no cita pero que existen, forman parte del quehacer diario de las personas que nos dedicamos a la docencia. Si escogemos otra profesión también es posible hacer esa lista tediosa de actividades y responsabilidades.

Como decía al principio sí que estoy muy de acuerdo con los adjetivos utilizados. Sinceramente creo que, además, podríamos incluir otros muchos ya que un maestro o maestra —discúlpame, a partir de aquí escribiré en genérico por economía del lenguaje y tamaño del texto— se comporta como un gladiador porque también es:

  1. Relaciones públicas: Mantenemos las buenas relaciones dentro del aula, en el centro y con las familias.

  2. Entrenador: Sabe que trabajar en equipo es clave.

  3. Gestor de espacios y tiempos: Sabemos que una clase bien organizada mejora el aprendizaje.

  4. Capitán de barco: Organiza la vida a bordo, siendo capaz de sacar adelante un curso completo, por numeroso y diferente que sean sus tripulantes.

  5. Ingeniero: hace maravillas para que de tiempo para hacer todas las tareas y proyectos propuestos.

  6. Artista: Dibujamos, pintamos, esculpimos…, momentos maravillosos para atender a la diversidad de las personas que tenemos delante, atendiendo a cada una en su singularidad.

  7. Agente social: Aconsejamos a las familias de nuestro alumnado a mejorar, conseguir sus propósitos, superar barreras…

  8. Albañil: Si hay que pintar, se pinta; si hay que arreglar una ventana, se arregla; si hay que colgar un mural, se cuelga…

  9. Psicólogo: Detectamos y acompañamos a nuestro alumnado en sus malos momentos, intentando aportarles nuestra experiencia y ayuda.

  10. Juez: Dictamos sentencias, siempre lo más justas posibles.

  11. Inventor: Buscamos nuevas formas de motivar y metodologías con las que involucrar a nuestro alumnado.

  12. Enfermero: Curamos pequeños golpes, arañazos, heridas… No solo físicas.

  13. Jugador: Buscamos la manera de compartir canchas, tableros y alegrías.

  14. Animador: Siempre estamos motivando, ilusionando e intentando sacar lo mejor de cada uno de nuestros alumnos para que intenten conseguir los retos que planteamos.

  15. Moderador: Permitimos los debates intentando que cada uno exprese sus opiniones y aprenda a respetar las de los demás.

Hay más. Muchas más. Pero creo que la que más me gusta es que todo docente debe ser, ante todo, APRENDIZ. Todos los días debemos dejarnos sorprender por nuestro alumnado y nuestros iguales para así poder seguir creciendo, como personas y como profesionales.

Como ves, y coincidiendo con el artículo de Marisol Ayala, tenemos una profesión difícil, compleja y desafiante, pero LA MÁS BONITA DEL MUNDO. Por suerte, para ello, actuamos como verdaderos GLADIADORES, sin que la lucha diaria nos desmotive.

Gracias a Marisol por su artículo. Gracias por leerme

2 comentarios en “«Los GLADIADORES y su parecido con la profesión docente»

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