
Ordenador, cotufas, gintonic…
En estos últimos días en casa, nos hemos vuelto a enganchar a otra serie. En esta ocasión lo hice sin querer, como atrapado por un maleficio, como un zombi que camina sin conocer ni su destino ni su propia esencia. ¡Ay!, ¿quién me mandaría a mí?
Pues sí, lo digo con cierto arrepentimiento, será porque estamos en Semana Santa, pero sin intención de hacer ningún acto de constreñimiento para expiar mi culpa. Me temo que seguiré “pecando”, hasta que termine el último capítulo, si es que engancharse a una serie puede considerarse como tal, que viendo tal y como piensan, es probable que lo sea.
Cuando empezamos a verla, mi hijo y yo, era viernes noche. Tras una larga semana de trabajo, de gimnasio, actividades infantiles, de actos de libros… parecía muy buena idea servirme un gintonic, unas cotufas (palomitas) y recostarme en el sofá para desconectar. Ahora la cosa ha cambiado.
Ese sentimiento de culpa me viene dado porque acabo de ser consciente de que este nuevo vicio me está robando tiempo para escribir mi nueva novela e incluso para cumplir, en tiempo y forma, con este post. Pero ¡allá pena! Como escribiendo este blog me ahorro una pasta en psicoanálisis y terapias, aunque igual alguna visita tendré que programar, voy a ser lo posible por combinar las dos cosas. Creo que la mejor opción es reducir la dosis a un capítulo diario y varios, tres o cuatro seguidos, los fines de semana. Total, la programación de la televisión es una mierda, y creo que ya he visto todas la películas que ponen, incluidas las codificadas.
Ya he visto “Vikingos”, “Juego de tronos”, “Homeland”, “Anatomía de Grey”…, “Cristal”, “Friends”, “Bewerly Hills”.
¿Qué series te gustan? ¿Cuál me recomendarías? ¿Cuál no admitirías que sigues? ¿Cuál verías conmigo?

Sí, es algo asquerosa y… Pero mola.
Así que nada, en lo que contestas, yo seguiré vagando por este mundo de la escritura y por el otro, como caminando entre muertos, como en “The Walking dead”, ¡que gran serie!
Gracias por leerme.